CENTRO HISTÓRICO

DE VÉLEZ-MÁLAGA

El municipio de Vélez-Málaga cuenta con un rico Patrimonio de una gran relevancia y singularidad. No obstante, es en su Centro Histórico-Artístico donde los valores patrimoniales adquieren una mayor relevancia a través de sus monumentos más representativos, de tal modo que nos permite establecer una visión general a cerca de lo que ha sido la historia de la ciudad. A través de esta breve guía, se ofrece al visitante posibilidad de que dichos espacios puedan ser integrados en una única ruta, generando un circuito histórico-cultural perfectamente  organizado.

LA FORTALEZA

La Alcazaba de Vélez-Málaga se localiza en el punto más elevado del casco urbano, sobre una colina de unos 137 m sobre el nivel del mar, enclave ideal para cumplir con su función de control militar y último reducto para la población en caso de ataques.

Las pocas estructuras que hoy conocemos, profundamente restauradas, permiten apreciar que sigue los criterios en materia defensiva imperantes de la Edad Media; se diseña con una planta de trazado irregular y quebrado, al adaptarse al terreno en el que asienta, predominando su torre Homenaje y un recinto amurallado que quedaba cubierto por pequeñas torres macizas.

Se levantó en el siglo X, aunque se amplía y reconstruye en los siglos XIV y XV, llegando a ser una de las más importantes alcazabas del Reino de Granada, gracias a su emplazamiento, que domina la Vega de Vélez y gran parte de la Axarquía. Con la conquista cristiana pasó a ser casa real, capitanía general, cárcel y cabildo.

El origen de Fortaleza andalusí puede remontarse al siglo X, si bien se conocen restos arqueológicos que demuestran una primera ocupación desde el Calcolítico hasta el siglo VII a.C. A partir del siglo XIII, durante el período nazarí, el castillo vive los momentos de mayor actividad constructiva, y el más importante de su vida. En 1487 será conquistada por los castellanos y en el siglo XVI se convierte en Capitanía General, cuartel y cárcel.

Con la ocupación francesa  (1808-1810) el castillo afronta su último capítulo como enclave militar, para posteriormente ser olvidada y convertirse en cantera para materiales de construcción a principios del siglo XX, que provocó la gran destrucción de las estructuras del castillo.

Adquiere su mayor protagonismo durante el reino nazarí. Conserva pocos vestigios originales debido a que fue demolida durante la invasión francesa , entre 1808 y 1810, fue reformada y, durante la retirada francesa amplias zonas son voladas para evitar que fuese aprovechado por el enemigo. Una vez perdida su función militar, fue en gran medida destruida y excavada para la obtención de cal.

La Puerta Real y la torre del homenaje, que junto con la Puerta de Antequera eran casi lo único que quedaba en pie, fueron reconstruidas a principios de la década de 1970.

Nuestro monumento más icónico, parte fundamental en la historia de la ciudad, imagen de la misma y con mil historias a sus espaldas. De visita obligada, es imprescindible para entender su importancia en la historia ver su alcance en toda la vega de Vélez y montañas que les guardan, su situación fue bien elegida y sus vistas así lo demuestran.

IGLESIA DE SANTA MARÍA DE LA ENCARNACIÓN

Levantada entre finales del siglo XV y primera mitad del XVI se construye sobre la antigua Mezquita Aljama de la ciudad musulmana. Posee planta de tipo basilical con tres naves y sin crucero,  separadas por arcos ojivales. Cabe destacar su retablo renacentista del siglo XV en el altar mayor y sus armaduras mudéjares. Al norte de Vélez-Málaga y muy próxima al Castillo-Fortaleza de Vélez-Málaga se halla la Iglesia de Santa María de la Encarnación, conocida también popularmente como Santa María la Mayor, para diferenciarla de una antigua ermita llamada Santa María del Rey o de la Coronada o la Menor y que parece corresponder a la actual Iglesia del Hospital de San Juan de Dios. La Iglesia de Santa María es, para muchos expertos, el conjunto arquitectónico de mayor valor artístico de la ciudad de Vélez-Málaga. Se sitúa en pleno barrio de La Villa, que era la antigua medina andalusí del Ballix. El sitio sobre el que se alza este bello templo cristiano fue la mezquita aljama de la ciudad andalusí, hasta la conquista de Vélez por los Reyes Católicos, en 1487.

Uno de los primeros actos que realizó su católicas majestades Don Fernando de Aragón en el Vélez-Málaga recién conquistado fue acudir a la ceremonia de consagración, efectuada por el cardenal arzobispo de Toledo, Pedro de Mendoza, de la vieja mezquita en iglesia católica, bajo la advocación de Santa María de la Encarnación. Según parece, no mucho tiempo después se procedió a demoler el templo islámico y se inició la construcción del actual católico que preside el Barrio de la Villa, siendo uno de los más importantes referentes religiosos, y muy especialmente simbólicos de dicho castizo barrio y del conjunto de la Ciudad. Esta bella iglesia es de estilo gótico-mudéjar, remarcándose dicho carácter mudéjar por la presencia, entre otros elementos, de alfices o molduras para enmarcar los arcos y por el uso de pilares achaflanados en el interior del templo y, cómo no, por los sensacionales artesonados de las techumbres del claustro y también el interior. Otra de sus señas de identidad mudéjar es la utilización del ladrillo visto como material de construcción.

Es hoy la sede del museo dedicado a una de las mayores manifestaciones de la religiosidad popular andaluza, del fervor y la devoción de sus gentes. El Museo de la Semana Santa de Vélez-Málaga.

PUERTA REAL DE LA VILLA Y LAS MURALLAS

La antigua ciudad musulmana de Balis (La Medina) estaba protegida por un cinturón amurallado, que envolvía y marcaba los límites precisos de la misma hasta el siglo trece.

Todo el recinto amurallado parte desde la Alcazaba de Vélez Málaga, envolviendo el barrio de la Villa, antigua Medina medieval, hasta llegar a cerrarse en la misma Alcazaba. Se puede distinguir diferentes fases constructivas, que se inician durante el periodo almohade con fábricas de tapial.

Durante el periodo nazarí las murallas fueron reforzadas y revestidas con mampostería con verdugadas de ladrillos, que pueden distinguirse perfectamente de las reformas posteriores, que son abundantes, por disponer de dos líneas de ladrillos.

Su estado de conservación es bueno en determinado sectores, pero lamentablemente con el devenir de los tiempos, y ante la falta de conflictos bélicos, las murallas fueron perdiendo su función y quedaron absorbidas por las viviendas linderas a las mismas, por lo que en muchos recorridos están ocultas por las casas y bloques de viviendas.

Para poder acceder o salir de del núcleo urbano se disponía de tres puertas (la de Granada, la de Antequera y la de Málaga) de las que solamente se conserva la Puerta Real de la Villa, antigua puerta de Málaga que quedó integrada en el núcleo urbano debido al crecimiento del arrabal en el siglo catorce. Tiene un acceso en recodo y arcos de medio punto, quedando protegida por una gran torre rectangular que a modo de albarrana sirve de defensa avanzada del acceso.

IGLESIA DE SAN JUAN BAUTISTA

La primitiva Iglesia, gótico mudéjar, se levantó en 1487 sobre una antigua mezquita medieval. A principios del siglo XVI conocerá una remodelación en su fábrica, produciéndose entre 1541 y 1564 una ampliación del templo, construyéndose en esta época su impresionante torre campanario.

El templo se estructura con tres naves de seis tramos, siendo la central más alta y ancha, separadas mediante arcos apuntados, que descansan en pilares en cuyos frentes se adosan pilastras cajeadas.

Las grandes reformas que sufrió a mediados del siglo XIX hicieron que se transformara, en su interior y sus portadas, en una iglesia neoclásica. Estas obras fueron impulsadas por el abogado veleño don Federico Vahey, que fue ministro de Gracia y Justicia de Isabel II, que manda construir la capilla funeraria consagrada a la advocación de San Federico, hoy conocida como la del Cristo de los Vigías.

La Guerra Civil privó a este templo de importantes esculturas barrocas. En la actualidad se veneran imágenes que se procesionan en Semana Santa, destacando Nuestra Señora de los Dolores, talla de 1750.

En el altar mayor encontramos un gran mura, de excelente calidad, realizado por el pintor veleño D. Francisco Hernández donde se contempla un Jesús triunfante, resucitado, rodeado por los cuatro evangelistas.

En la actualidad es una de las más importantes parroquias de la ciudad, con mucha actividad en organización de eventos para la iglesia y para los más necesitados. Cuenta con gran número de celebraciones; bodas, bautizos, comuniones, confirmaciones etc., además es el centro neurálgico de la Semana Santa veleña, punto de partida de un gran número de cofradías y paso obligado de la mayoría. Sin lugar a dudas una visita obligada en cualquier época del año.

De impresionantes proporciones, es de estilo gótico-mudéjar, levantada a finales del siglo XV y parte del XVI. En su portada y puertas laterales, como en su interior, se realizan importantes reformas de época neoclásica del siglo XIX.

Ya de época contemporánea, destaca en el altar mayor el mural del pintor D. Francisco Hernández.

EL PÓSITO

En el lado occidental de la plaza de la Constitución el consistorio acordó en 1765 levantar el edificio del Pósito -almacén de granos- bajo las órdenes de Gregorio de Siles, Maestro Albañil. Se puso como condición que quedaran los bajos con soportales, ocupando el granero la parte alta. Estos edificios frumentarios tenían una dilatada tradición en las ciudades hispanas desde la Edad Media, no obstante, muchos de los pósitos que actualmente se conservan datan del siglo ilustrado.

En la segunda mitad del siglo XVIII, en efecto, se había agravado el problema alimentario en algunas regiones a causa de la falta de cauces de distribución de grano. Por ello, gracias a una decisión de política económica, en 1765 se declara la libertad de precios y circulación de los cereales y se crean los Pósitos: almacenes municipales de grano que permitían repartidlo entre las clases más bajas de la sociedad en los momentos de mayor penuria.

Se vendió en 1879 siendo adaptado a viviendas y locales, como actualmente se puede contemplar. En origen era un edificio de dos pisos, dividido en nueve tramos con semicolumnas adosadas de ladrillo a la fachada principal, centrada ésta por un balcón y flanqueada por dos medallones dieciochescos. Quedaba abierta a la plaza, como así se exigió en la traza original, con arcos que formaban soportales (la parte superior de alguno de estos arcos todavía se puede observar).

En el año 2011 la Junta de Andalucía dio luz verde para la restauración del edificio que ha día de hoy se utiliza como sala de exposiciones, sala de lectura e incluso ha servido como escenario de series de televisión, siendo este reconvertido en una comisaría de policía por unos días.

FUENTE DE FELIPE II-FERNANDO VI

En el ángulo noroeste de la plaza de la Constitución se sitúa la fuente de Felipe II, que tradicional y erróneamente se ha llamado de Fernando VI.

La fuente ha sido mal atribuida a la época del monarca borbónico Fernando VI (1746-1759) porque en la lápida existente en ella se cita su traslado en el año 1758 “Reinando la Católica Magestad del Señor, Don Fernando El Sexto”, y además rematándola se halla un escudo de ese soberano. Pero tanto en esta lápida como en los documentos del Archivo Municipal de Vélez, sólo se menciona el traslado de la fuente y no que fuera ejecutada en el siglo XVIII. Sin embargo en un análisis más profundo observamos que en la propia fuente hay otro escudo real, que pertenece a la etapa de Felipe II (1556-1598), hecho que clarifica el que por su estructura (pilar y frontispicio clásicos), y por los «elementos ornamentales muy clásicos», como ya se definían en el Inventario artístico de Málaga y su provincia (leones rampantes, guirnaldas, bocas de caños), la fuente corresponde al estilo renacentista y no al neoclásico.

Originalmente del siglo XVI, ubicándose en la Plaza de la Constitución fue trasladada en 1758 a la ubicación actual, donde se aprecian los escudos de armas de Felipe II y de Fernando VI, que corona el monumento, junto con el de la ciudad de Vélez.

Así pues, creemos que la fuente fue construida en época de Felipe II en el siglo XVI, y trasladada al lugar que hoy ocupa en el siglo XVIII en época de Fernando VI, incorporándose entonces el escudo borbónico y la lápida conmemorativa. La fuente es de mármol blanco con pila, y frontispicio de elementos ornamentales renacentistas. El cuerpo bajo del frontispicio lo componen ocho tableros divididos por pilastras. En los cuatro tableros centrales brota el agua de la boca de otros tantos mascarones renacentistas. Los de los extremos con el pelo y rostro decorados con pámpanos y racimos de uva, y los dos centrales con barba y pelo decorados con hojas de acanto. Los otros cuatro tableros que forman los costados se reconstruyeron de piedra franca al ser trasladada la fuente. Sobre ellos hay dos pináculos redondeados.

El cuerpo alto del frontispicio está compuesto de un tablero central rematado en un frontón curvo, que envuelve la placa conmemorativa del traslado, que dice: REINANDO LA CATOLICA Mad./DEL Sor. Dn. FERNANDO EL SEXTO,/ SIENDO CORREGIDOR DE ESTA SIUDAD,/ Dn. TOMAS AGUn./ DE PARAGA Y COMos/ Dn. FRANCISCO LASO DE LA BEGA, Y Dn. FRANCISCO DE ESCOBAR Y TRA/SIERA, SE TRANSLADO

LA ALHÓNDIGA

Antiguo almacén de mercancías que fue levantado en el siglo XVII, durante el siglo XVIII fue utilizado como cuartel de los inválidos.

Su fachada está divida en tramos por arcadas sobre pilares.

CAMARÍN DE LA VIRGEN DE LA PIEDAD

El Camarín de la Virgen de la Piedad, responde al tipo «capilla-callejera» que tanto proliferó en el barroco español, para así dar un cumplimiento total a las doctrinas del Concilio de Trento.

Se puede decir que por su decoración se asemeja con el camarín de Santa María de la Victoria (Patrona de Málaga), a la capilla del Nazareno en el municipio malagueño de Riogordo, o con la capilla de Jesús del Rescate en la calle Agua de Málaga. Morfológicamente es un edificio trapezoidal de dos plantas, que presentan en su fachada principal un arco de medio punto (que sirve de ventana-expositor) enmarcado por pilastras corintias adosadas, que se rematan en un frontón semicircular que se decora en su base con un gran medallón de grutescos vegetales. Las fachadas laterales, más pequeñas, presentan el mismo esquema pero con frontones triangulares, y cobijando los arcos de medio punto dos vanos que sirven de ventanas. Todo remata en una cornisa de moldurones y ornamentos florales. Se cubre con tejado a seis aguas que rompe en una linterna hexagonal rematada por cruz y veleta de cerrajería. Seis palomas de cerámica enmarcan el perímetro de la cubierta.

Pequeño templete del siglo XVII, reformado en 1778. Se trata de una capilla abierta formada por un gran arco de medio punto con pilastras corintias, soportando un frontón curvo. Cuenta con una terraza-tribuna que rodea toda la fachada, actualmente acoge las imágenes de Jesús El Rico y María Santísima de la Piedad.


A lo largo de su fachada, y a la altura de su planta principal, presenta una gran balconada de tipo procesionista, tan del gusto barroco, que servía para presidir las procesiones de la Cofradía; estando conexionada ésta con la de la iglesia del Portal de Antequera, con el camarín de la Virgen de los Desamparados de Vélez-Málaga, o con la iglesia del Real Convento de Santiago de esta misma ciudad. Siendo ésta de envergadura artística superior a las anteriores y destacando por su elegancia y dinamismo.


El interior tiene forma hexagonal, enmarcado por arcos de medio punto, adornado profusamente con rocallas de tipo vegetal y rematado por una ancha moldura que sirve de base a la cubierta. Se cubre con cúpula octogonal que se asienta sobre cuatro pechinas y dos pseudo-pechinas. Un tambor de molduras mixtilíneas sostiene a otro de menor dimensión. Todo ello ricamente ornado al estilo rococó con tallas de madera dorada, espejos enmarcados por estas tallas, testas de querubes policromadas, coronas reales, etc. Rematándose el conjunto con un esbelto cupulino, asimismo decorado con tallas barrocas igualmente de madera dorada. El monumento, en cuestión, destaca por su atrevida construcción barroca y riqueza ornamental del tipo rococó; siendo ejemplar único, por sus peculiares características, en la Axarquía y en la provincia de Málaga.

La Obra está dentro del círculo del arquitecto turolense Martín de Aldehuela, maestro de obras de la Catedral malacitana en este siglo, y que se sabe trabajó en la ciudad de Vélez-Málaga en varias ocasiones. En 1987, al Camarín de la Virgen de la Piedad, se le incoó expediente de declaración de Monumento, como Bien de Interés Cultural, por la Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, habiéndose resulto su declaración como tal en 1.996. En el año 2001 fue restaurado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en colaboración con el Ayuntamiento de Vélez-Málaga.

ERMITA DE SANTA ROSALÍA

Edificio de finales del siglo XVII o comienzos del XVIII. Destaca su portada compuesta por arco de medio punto enmarcado por pilastras adosadas.

ANTIGUO HOSPITAL DE SAN JUAN DE DIOS-MVVEL

Fundado por los Reyes Católicos en 1487 como Hospital de San Marcos, fue cedido en el siglo XVII  a la orden de San Juan de Dios. Cuenta con un hermoso claustro mudéjar.

Ha sufrido importantes reformas hasta nuestros días. Cuenta con una iglesia de dos naves, la principal con bóveda rebajada, un pequeño camarín del altar mayor de fines del siglo XVIII. Se conserva un bello patio mudéjar de ladrillo, con galería baja de arcos de medio punto con alfiz sobre pilares cilíndricos, el claustro alto presenta arcos rebajados.

Actualmente en él se encuentra el Museo Ciudad De Vélez-Málaga MVVEL, un espacio expositivo que refleja la Historia de nuestro municipio y la comarca de la Axarquía, desde la prehistoria hasta el siglo XVIII.

TEMPLETE DE LA CRUZ DEL CORDERO

Dentro de los edificios menores cuya función es la de recordar la piedad y la religiosidad popular, cabe destacar los pequeños templetes relacionados con las Cruces. En Vélez se conservan dos de las cinco que existían, una de las cuales es la Cruz del Cordero, la más simple pero con mayor devoción, que se sitúa en el barrio que da su nombre. Está formada por un templete de ladrillos, que contiene una simple cruz de madera.

Pequeño templete de finales del siglo XV es de planta rectangular, con cubierta a cuatro aguas. En su lado sur se abre un vano con arco de medio punto.

Esta Cruz es muy venerada en su barrio que la cuidan con mucha devoción. Antiguamente se realizaba una gran feria que sin duda era de más importantes de la época. En la actualidad se está recuperando dicho evento y poco a poco con el trabajo de los vecinos y «Legado de Reyes», plataforma creada por asociaciones público y privadas y que recupera además las Cruces de Mayo.

TEMPLETE DEL ARRABAL DE LA CRUZ DEL ARROYO DE SAN SEBASTIÁN

El segundo templete de la ciudad vinculado a las «Cruces» es el del Arrabal de San Sebastián. Es una pequeña capilla votiva, dedicada a la Cruz, que conmemora la entrada del Rey Fernando en la ciudad el día 3 de mayo de 1487.

Es un templete es del siglo XVIII y se construye de ladrillos, que presenta en distintos lados arcos de medio punto, que contiene una simple cruz de madera, y donde cabe destacar su techo de varias alturas y las pinturas de angelotes de su cúpula, si bien todo su interior contiene pinturas murales.

Construcción en forma de prisma rectangular con dos plantas. Su interior contiene una simple cruz de madera y cabe destacar las pinturas murales de su techo en la que se conservan varios angelotes.

ANTIGUA ERMITA DE SAN SEBASTIÁN

Construcción conmemorativa, que se funda por los Reyes Católicos en 1487, en honor de un «Palafrenero Real», Sebastián Fernández, que murió en el asedio de Vélez-Málaga salvando la vida al Rey., según la tradición, había salvado la vida al rey Fernando en una incursión musulmana por sorpresa en el campamento cristiano durante la toma de la ciudad de Vélez-Málaga. La escena que se representa en el escudo de la ciudad aparece el protagonista yaciendo en el suelo y el rey a caballo que intenta defenderlo.

De sus estructuras originales quedan pocos elementos que puedan ser apreciados, destaca entre ellos un arco apuntado soportado sobre fuertes pilares, en lo que fue arco triunfal de la capilla mayor.

MIHRAB NAZARÍ

La mezquita (literalmente, lugar para postrarse) constituye el edificio más relevante para la religión musulmana, siendo el lugar de culto para los fieles. Toda ciudad con categoría de medina debía contar con al menos una mezquita aljama o mayor donde se celebra la oración ritual del viernes y otras menores (de barrio, cofradías, palacios, etc.); en la antigua Balis (Vélez-Málaga), llegado a contabilizarse hasta 15 que fueron algunas de ellas consagras en iglesias tras la toma de la ciudad por los Reyes Católicos el 27 de abril de 1487.

Por lo general, el espacio de la mezquita se estructura de la siguiente manera; un patio al aire libre, la pila para las abluciones que permite la purificación de los fieles, el alminar o minarete desde el cual el almuédano  llama a la oración, el muro de qibla que tradicionalmente se orienta hacia La Meca y el Mihrab que consiste en un vano donde se sitúa el imán para dirigir la oración.

Integrado en el muro de qibla de una de las mezquitas del antiguo barrio de los Gomeres, encontramos este pequeño nicho de planta cóncava que sigue el esquema cásico califal. Destaca su forma de herradura ligeramente apuntada y su decoración a base de yeserías que se apoyan sobre ladrillo, de diversas medidas y en su parte baja hay algunos sillarejos de arenisca amarilla.

A su vez, se encuentra constituido por 11 dovelas lobuladas dispuestas de un modo radial al eje del arco y en cuyo interior encontramos una profusa decoración vegetal en forma de espiral ininterrumpida, que se inicia desde la central y que aparece combinada con decoración epigráfica desarrollada en grafía cúfica. El estudio de los mismos han permitido fecharlo aproximadamente entre la segunda mitad del siglo XIV y comienzos del XV.

El arco aparece enmarcado por un alfiz donde aparecen diferentes bandas  decoración epigráfica  con textos coránicos, pese a que solo se conserva parte de las bandas laterales.

El espacio creado entre el propio arco y el alfiz –las albanegas- se encuentra delimitado por una moldura o encintado doble y separados o divididos en la parte superior por un motivo de piña. Ambas albanegas aparecen  profusamente decoradas con motivos vegetales o ataurique y en zona central de los ángulos hallamos dos cartelas circulares con inscripciones coránicas en grafía cursiva repitiendo en ambos la fórmula de la risala: “Muhammad es el enviado de Dios”.

FUENTE DE LA PLAZA DE SAN FRANCISCO

Originalmente ubicada en la plaza de San Francisco, (S. XVI), cuenta con un estanque circular y en su centro se levanta un astil bulboso coronado por pequeño plato del que da salida a los caños.

CASA CERVANTES

Es una casa solariega del siglo XVI que se vincula a diferentes acontecimientos histórico de la historia de la ciudad. En primer lugar, y según la tradición popular, se hospedó D. Miguel de Cervantes Saavedra en 1594, durante su estancia en la villa cuando era recaudador del estado para la Gran Armada de Felipe II; en segundo lugar, en ella nació en el siglo XVII el que fue obispo de Málaga Fray Alonso de Santo Tomás, supuesto hijo ilegítimo del rey Felipe IV.

Presenta al exterior una hermosa fachada con grandes balcones y cierros de forja y portada adintelada en sillares con elementos de tradición gótica. Entrando en la puerta principal, pues cuenta con otra para carruajes que aún se conserva, apreciamos un zaguán que nos comunica con un bello patio cuadrado con galería de triple arcos de medio punto y columnas de ladrillo.

El patio que centra la casa está formado en cada lado por tres arcos de ladrillo sostenidos por pilares del mismo material. Tenía la vivienda plantas baja y alta, pero su distribución antigua es irreconocible por su transformaciones posteriores.  

CONVENTO DE SAN FRANCISCO

El Convento de Santiago de Vélez-Málaga fue fundado el 15 de diciembre de 1498 mediante una real cédula de los Reyes Católicos, aunque los frailes no tomaron posesión del mismo hasta el 20 de noviembre de 1499. Su origen estaba en la comunidad franciscana que había ocupado una antigua mezquita desde la reconquista de la ciudad en 1487. Las obras del edificio, junto a la parroquia de Santiago, fueron sufragadas por los propios monarcas y el concejo de la ciudad, que aportó una limosna anual de 3.000 maravedíes. Posteriormente, el concejo continuó sosteniendo al convento mediante limosnas anuales, obsequios en especie y donaciones de objetos litúrgicos. En los siglos XVII y XVIII se efectuaron reparaciones en el edificio gracias a nuevas limosnas y donaciones testamentarias.

El convento disponía de un amplio claustro con una fuente que servía para el riego de la huerta. Hasta el siglo XIX, el número de frailes osciló en torno a los 30. Disponía de estudios de gramática y de una cátedra de filosofía. También contaba con lectores de moral desde 1635 y de artes desde 1793. Asimismo, los frailes cubrían las necesidades religiosas de los cortijos del partido de Alcaucín.

El convento sufrió daños con el terremoto y la peste de 1804. La Guerra de la Independencia (1808-1814) le afectó más gravemente. En mayo de 1809 la comunidad de frailes entregó algunas de sus alhajas de plata a la Junta Suprema Central y después tuvo que abandonar el edificio durante el resto del conflicto. Algunos frailes se alistaron para combatir a los franceses.

El convento fue restaurado en 1813, pero el número de frailes se había reducido a 15. A partir de 1816, el convento se encargó de la educación de los niños pobres de la ciudad mediante un lector de artes, un maestro de gramática y un maestro de escuelas pías. El convento no fue afectado por la Ley sobre monasterios y conventos de 25 de octubre de 1820. Fue abandonado definitivamente en septiembre de 1835 debido al Real Decreto de 25 de julio de ese año suprimiendo los monasterios y conventos de religiosos con menos de 12 individuos profesos. La iglesia continuó abierta al culto durante varios años.

PALACIO DE LOS MARQUESES DE BENIEL

El palacio de los marqueses de Beniel ubicado en la plaza del Palacio del barrio de San Francisco, muy cerca del convento, se construyó por orden del Consejero Real y Comendador de la Orden de Santiago don Alonso de Molina de Medrano, que encargó el proyecto a Miguel Delgado, Maestro Mayor de Obras de la Ciudad de Málaga, firmando el contrato el 6 de diciembre de 1609. Se edificó entre 1610 y 1617, como demuestra el trabajo de Purificación Ruiz García.

En el año 1674 fue heredado por don Gil Francisco de Molina y Junterón, que habría de ser después primer Marqués de Beniel, aunque nunca fue habitado por los marqueses sino que se utilizó siempre para fines públicos.

En el palacio vivieron los Capitanes Generales de la Costa, durante sus estancias en estas tierras, y después los Jefes del Regimiento de Infantería de la Costa, hasta que en 1861 fue vendido por los marqueses al Ayuntamiento. Como propiedad municipal tuvo múltiples destinos: Alhóndiga, Instituto Libre Municipal de Segunda Enseñanza en 1871, y a partir de 1877 convivieron además los Juzgados de Primera Instancia y Municipal, el Registro Civil, Correos y Telégrafos y el Batallón de Infantería de Depósito. En 1899 se desaloja el palacio para convertirlo en Ayuntamiento, permaneciendo hasta 1982, que es trasladado al antiguo solar de la casa de Cabildos, que entonces ocupaba la Casa Sindical (A.I.S.S.) desde 1960. En 1988, totalmente restaurado, se convirtió en la sede de la Universidad Internacional de la Axarquía, de la Fundación María Zambrano, algunos años Centro de Profesores, hasta que de nuevo en 1992 se ubican en él algunos servicios del Ayuntamiento. Una vez terminado el nuevo edificio de la corporación municipal, en la plaza de las Carmelitas, el palacio ha retomado su uso cultural.

El edificio corresponde a la arquitectura civil que cabalga entre los siglos XVI y XVII, pero desarrollado al estilo manierista, de una estética sobria. Las habitaciones se distribuyen en torno a un patio central, tiene dos plantas y una tercera con galería abierta. De la estructura original queda en la actualidad bien poco, ya que las múltiples modificaciones realizadas en él por el cambio de usos a través de los siglos nos lo presentan hoy muy transformado. Sobresale la fachada principal hacia la plaza. La portada, de mármol blanco de Mijas, tiene dos cuerpos de decoración muy sobria, donde solo destacan las ménsulas que sujetan el balcón del salón principal y el frontón curvo que remata la parte alta. A los lados del balcón hay dos escudos de don Alonso de Molina de Medrano y en las puertas de madera se conserva labrado el escudo de Vélez, concedido por los Reyes Católicos a la ciudad. En la tercera planta de la fachada principal destacaban en origen dos pequeñas torres abiertas, pero problemas de recalos en el salón principal obligaron al constructor a cubrir todo con una galería, también abierta.

Se entra al edificio por un amplio zaguán que da paso al patio y abierto a la fuente central a través de arcos de medio punto y rebajados de ladrillo, sostenidos por columnas de mármol de orden toscano. Para subir al piso alto se realizó una escalera imperial, es decir desdoblada en el segundo tramo. El artesonado de madera, renacentista de clara tradición mudéjar, es el elemento artístico más destacado que se conserva en el palacio. Se compone de piezas hexagonales sobre trompas de venera plana, mostrando en el centro el escudo policromado de don Alonso Molina Medrano. En la galería alta podemos distinguir las dos torres originales por sus arcos geminados sostenidos por columnas de mármol, que también se manifiestan hacia el interior, mientras que el resto se abre con arcos simples soportados por semipilastras adosadas a pilares.

ERMITA DE LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS

Se levanta a mediados del siglo XVII, en la cumbre del Cerro de San Cristóbal, aunque sufrió importantes reformas posteriores. En este mismo siglo la devoción a la Virgen de los Remedios adquiere gran interés por parte de la ciudadanía de Vélez, capitalizada por el padre Vedmar, que es quien crea la cofradía de Nuestra Señora de los Remedios, que se convertirá en la patrona de la ciudad.

La antigua imagen de Ntra. Sra. de los Remedios fue traída en 1592 desde la capital granadina a la Ciudad de Vélez-Málaga por Dª María Calderón y ubicada en el oratorio particular de la casa del alférez D. Francisco de Toledo, su hermano. Sin embargo, los numerosos milagros atribuidos a la imagen provocaron que hubiera de ser expuesta al culto público. Uno de los promotores de su pública veneración fue el Padre Vedmar, beneficiado de la Iglesia Parroquial del Señor San Juan Bautista de Vélez-Málaga.

Su interior presenta una planta de cruz latina con tribuna-coro a los pies, la nave principal y la del brazo de crucero se cubren con bóveda de medio cañón. Destacamos las pinturas murales de Felipe V y Maria Luisa de Saboya, como los escudos de armas de la ciudad de Vélez-Málaga y el monarca Borbón que se encuentran en los medallones ovales de las pechinas. Mención especial requiere el camarín, que es de planta cuadrada, donde se ubica la Sagrada Imagen de la Virgen, atribuida a Martín de Aldehuela.

A finales del siglo pasado el pintor veleño, D. Evaristo Guerra llevó a cabo la decoración de los muros interiores de la Ermita utilizando la técnica del fresco, pintando con su característico estilo diferentes paisajes y construcciones, lo que se ha venido a denominar la «ermita transparente», pues en sus paredes se revela todo el contexto paisajístico y urbano de Vélez-Málaga.

TEATRO DEL CARMEN, ANTIGUO CONVENTO DEL CARMEN

Fundado en 1591, por la orden de los Carmelitas Descalzos, fue uno de los más importantes de Vélez-Málaga, pero que en el siglo XIX, durante el Trienio Liberal, se desamortiza el edificio, desalojándose a los monjes en el año 1821, y pasando la iglesia a la propiedad del obispado de Málaga y el resto a particulares, caso de su huerta que se convirtió en plaza de toros.

En el 1884 la iglesia quedó desafectada de uso litúrgico y convertida en teatro. Lo único que hoy se conserva es su claustro, Patio de la Meditación, inmerso en los patios de los nuevos edificios, y el teatro, con destacada portada de factura manierista.

Fue rehabilitado en los inicios de la década de 1990 para recuperar su función como teatro municipal de la ciudad de Vélez-Málaga.

Los restos del Monasterio fueron demolidos en enero de 1982, conservándose su antigua iglesia, en la actualidad convertida en teatro, y el claustro que ha quedado inmerso dentro del conjunto residencial El Carmen.

 La fachada, muy transformada, solo conserva de su primitiva disposición la portada de corte manierista del siglo XVII con pilastras toscanas, arco de medio punto con dovelaje almohadi8llado y entablamento rematado en frontón curvo y enrollado; en este último se aloja, de manera arbitraria, un balcón de forja añadido en fecha desconocida. El esquema de fachada responde al modelo  carmelitano de un gran panel rectangular rematado en frontón triangular.

El claustro o patio es de planta cuadrada y un solo piso o galería. Está realizado en piedra arenisca y presenta un despiece de sillares almohadillados irregulares que envuelven las roscas de los arcos de medio punto, apoyados en pilares cuadrangulares de capiteles y basas formados por simples cubos.

En el interior de la iglesia, que tuvo tres naves, se conserva una interesante armadura mudéjar cubriendo la central aunque muy deteriorada. Desde 1618 (fecha probable hacia que la fue terminada su iglesia) hasta 1914 en que su nave principal fue convertida en teatro, el templo estuvo abierto al culto, a pesar de que los monjes, a causa de la desamortización, había tenido que abandonar el Monasterio el siglo anterior.

ANTIGUO MONASTERIO  DE NTRA. SRA. DE GRACIA, “LAS CLARAS”

Originalmente fue fundado a principios del siglo XVI en el antiguo barrio de La Villa, pero debido a su pequeñez y malas condiciones se trasladó a la ubicación actual, llamado de la Concepción. Como la imagen de Nuestra Sra de Gracia era más antigua y además donada por los Reyes Católicos se cambió el nombre al convento, con el que lo conocemos hoy.

El actual se construye en 1555, contando con un hermoso claustro de estilo mudéjar. La iglesia fue reformada en el siglo XVIII, a causa del famoso terremoto de Lisboa de 1884, dándole el aspecto barroco actual.

El actual se construye en 1555, contando con un hermoso claustro de estilo mudéjar y con un hermoso patio mudéjar y su iglesia es de una sola nave con un bello camarín barroco, como también su portada. La iglesia fue reformada en el siglo XVIII, a causa del famoso terremoto de Lisboa de 1884, dándole el aspecto barroco actual.

El templo es de una sola nave, con columnas pareadas de orden corintio adosadas al muro, cubierta por una bóveda de medio cañón y con coro a los pies, decorada por rocallas, veneras y guirnaldas en yeso. El presbiterio cuenta con un precioso camarín cubierto por cúpula de media naranja sobre pechinas, con delicada ornamentación rococó que mantiene grandes semejanzas estilísticas y decorativas con el Camerín de La Piedad.

La portada de la iglesia, abierta en lateral, fue concebida como de pórtico, con nueve arcos separados por pilares, aunque en la actualidad los laterales están cegados. La fachada queda rematada por una hornacina enmarcada por volutas, finalizando con pináculos de cerámica verde y una veleta.

CONVENTO DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ. “LAS CARMELITAS”

Conocido popularmente como Convento de las Carmelitas, fue fundado en 1702 por la orden del Carmelo descalzo, con monjas procedentes de Écija y Antequera. La casa conventual tiene su origen en dos grandes viviendas compradas en 1699 a D. Gaspar Pérez por las monjas carmelitas, que sufrieron importantes obras hasta quedar como un edificio cerrado y uniforme, con escasos vanos hacia el exterior, con la finalidad de acentuar el rigor de la clausura.

Fundado en el año 1702 por la orden del Carmelo, se compone de dos grandes viviendas que fueron transformadas en convento, una de ellas conserva preciosos azulejos de la época. La iglesia fue construida entre el 1738 y 1745, cuya fachada mantiene el esquema manierista de las iglesias carmelitas. Es de una sola nave, con importantes pinturas murales en las que se representan, en su mayoría, a santos. El camarín donde recibe culto Nuestra Sra. del Carmen situado en el altar mayor es una magnífica capilla barroca policromada.

CAMARÍN DE NTRA. SRA. DE LOS DESAMPARADOS

Se encuentra a la entrada de la Puerta Real de la Villa y junto a la muralla de la plaza de la Constitución y se trata de una pequeña hornacina o capilla de gran valor histórico y popular para Vélez-Málaga, que siempre albergó la imagen de una Virgen.

El camarín, construido en el siglo XVII en lo era un antiguo cuarto de guardia para la protección de la puerta, fue remodelado en 1789, a expensas de don Francisco Carrión y Valcárcel. Durante la ocupación francesa, esta capilla y la talla que la ocupaba, dedicada en principio a la advocación de la Concepción, cobraron especial protagonismo.


Los rebeldes que se oponían a la ocupación napoleónica eran ejecutados en la plaza, donde se ubicaban el Ayuntamiento y el Palacio de Justicia. Al estar la Virgen en su camarín de la Puerta Real y ser el punto último al que dirigían sus miradas los condenados a muerte empezó a ser conocida como de los Desamparados hasta el punto de cambiar su advocación por este nombre.
El camarín presenta un gran sentido de culto y devoción por su situación al final de una rampa y junto a la puerta de entrada al barrio más popular de la ciudad, lo que favorecía el rezo y la contemplación por parte de los fieles.